Los primeros viajes tras la contingencia sanitaria apuntan a zonas cercanas y buscan opciones que reduzcan un posible contagio.
Son protección, pero también distinción, lujo, moda. Comercialmente hablando, también son diferenciación, posicionamiento de marca y hasta apoyo a emprendedores o grupos indígenas y artesanos. Efectivamente, hablamos de los cubrebocas.